Pintar el suelo, más común e innovador de lo que parece

Pintar el suelo, más común e innovador de lo que parece

Las nuevas tendencias forman parte del mundo en el que nos desenvolvemos actualmente, marcando la pauta dentro de una sociedad donde la moda juega un papel sumamente importante, y así mismo, estas innovaciones surgen para darle alternativas a las personas de renovarse o, así mismo, de renovar su entorno.

Una de estas actualizaciones, proveniente del aspecto estético del hogar, donde es muy común que cada cierto tiempo, dependiendo de la disposición económica de cada quien, se realice una especie de remodelación o al menos darle otro aspecto al inmueble donde se vive, uno que sea más renovado, fresco y que garantice una belleza en lo decorativo.

Hacemos referencia a la nueva tendencia de pintar los suelos, tal y como se hace con las paredes, pero ahora con las superficies del piso. No sabemos cuanto pueda perdurar esta moda o si pasará a convertirse en algo habitual, lo cierto es que estos momentos, es un tema que ha cobrado bastante resonancia como una práctica de modernización donde se realice.

Por tal motivo, realizar un cambio radical en el aspecto de tu piso sin obras y en un periodo de tiempo relativamente corto ahora es posible gracias a la pintura de suelos, siendo perfecta para lugares incluso con un tránsito constante y aplicándose de manera sencilla.

Al momento de elegir que o cuáles pinturas para suelos utilizar es fundamental tomar en cuenta el tipo de pavimento, ya sea hormigón, madera, cerámica, piedra, etc., así como el lugar donde se ubica, entendiendo si es en interior o exterior.

Ventajas de la pintura de suelos

Algunas de los beneficios o ventajas que proporciona el pintado del terreno es renovar el suelo sin obras, es decir, sin necesidad de levantar el pavimento original, como puede llegar a realizarse en otros casos.

Así mismo, aporta soluciones aptas para todo tipo de soportes, desde madera hasta garajes, de interior y exterior: madera, suelos de garaje, terrazas, entre otros.

Su consistencia fue creada a sabiendas del uso del terreno, por lo cual, es resistente al desgaste, al rayado y al tránsito permanente, adhiriéndose a cualquier tipo de material. La manera de aplicarla resulta ser muy fácil, pudiéndose realizar con rodillo y brocha.

Tipos de pinturas para suelos

Acrílica (o al agua): Esta se disuelve con una pequeña cantidad de agua, que no supere el 5%, y resulta muy rápida para secarse, en media hora al tacto y en 3 horas entre capas. De resto, todo se limita a los aspectos más básicos de pintar, como necesitar agua para limpiar los instrumentos que se estén empleando para ello.

Sintética: Sus compuestos al ser a base de resinas alquídicas, permiten que se diluyan con disolvente sintético o aguarrás mineral. Realizada particularmente para garajes, terrenos asfaltados y almacenes. La limpieza de las brochas y rodillos utilizados también se hace con disolvente. Seca en unas 6 horas al tacto y 24 horas entre capas.

Resinas bicomponentes: Se le conoce de esta manera, ya que la base de resina epoxi se agrega junto con un endurecedor en el momento de uso. Indicadas para interior, no necesitan imprimación previa, y los utensilios se lavan con agua y jabón antes de que se sequen.

Preparación de la superficie

Del mismo modo, la adecuada preparación del suelo es primordial para lograr éxito en el resultado. Por tal razón, esta tarea previa no se lleva a cabo de igual manera si la superficie es nueva o antigua. Específicamente, para aplicar el pintado en pavimentos de cemento u hormigón nuevos se debe esperar al menos tres meses y cepillar con un cepillo de cerdas duras.

Por otro lado, en los suelos antiguos antes de aplicar la pintura se tiene que aspirar, lavar y eliminar todas las manchas presentes en el mismo, mayormente las que sean producto de grasa, pues de no realizar de manera correcta este paso, podría perderse todo el trabajo de pintura, ya que la grasa por sus componentes sobresale entre cualquier superficie.

Así mismo, la pintura para suelos necesita de una superficie porosa para que pueda adherirse y compactar bien. Antes de iniciar al pintado, se debe proceder a comprobar la porosidad del suelo con la prueba de la gota de agua.

Esta última, consiste en dejar caer una gota de agua sobre la superficie, en caso de que la gota no sea absorbida indicará que el pavimento no es poroso, por tal razón, se necesitará de la aplicación de una imprimación para dejar la superficie lista para realizar el pintado.