Números en el Tarot: La adición mágica
Puede sonar abrumador, especialmente cuando se tiende a elegir un mazo por sus imágenes y la vibra que proporciona. A muchas personas les atraen los juegos de cartas porque es una promesa de un universo lejos del frío racionalismo y los números. Cuando una persona comienza a aprender Tarot, puede que le guste el estilo de Rider Waite Smith. Si embargo, otros preferirán las atmósferas celtas o la clásica geometría de Marsella.
Los videntes y tarotistas más famosos del mundo le dirán que en realidad, nada de eso importa porque, si hay algo que todos los mazos tienen en común a pesar de sus diferentes estilos, códigos de colores y, a veces, nombres de las cartas, son los números.
Cada carta tiene un número y cada número tiene un significado
Aunque le asombre la idea, el Tarot y números funcionan perfectamente juntos. ¡Especialmente para los lectores principiantes!
Puede parecer complicado sumar, restar o aprender su simbolismo. Pero hay formas sencillas de empezar y hacer que los números sean sus aliados. Los números se han utilizado desde los albores de los tiempos para predecir el futuro e interpretar la voluntad de dioses y diosas. Los griegos y los hebreos solían creer en la aritmomancia, que más tarde condujo a la numerología.
Pitágoras (siglo VI a. C.) fue uno de los primeros, según el conocimiento actual, en dar atributos muy específicos a cada número. Por ejemplo, siguiendo su dogma, todos los números pares son femeninos y todos los impares son masculinos.
Por otro lado, el significado de un número depende de su origen cultural. Lo que es cierto para algunos en Occidente, puede que no sea cierto en Asia o África. Lo que es cierto para un musulmán puede no ser lo mismo para un cristiano o un budista, y así sucesivamente.
En esta publicación, se hablará solo de una tradición: el Tarot. Con su propia historia, antecedentes y conexiones culturales, también ha desarrollado su propio simbolismo numérico. Es una mezcla de paganismo, creencias occidentales e influencias cristianas.
Primero, hay que empezar a desglosar las cartas de los arcanos menores. Como es bien sabido, hay 4 palos en cada baraja de tarot. Bastos, Copas, Oros y Espadas. Cada uno de ellos vinculado principalmente a determinados temas, un elemento y una estación. Todos están compuestos por 10 cartas (del As al 10) más los Reyes y Reinas. Es decir, 14 cartas por palo. Ahora, centrándose en las cartas del 1 a 10. El simbolismo de los números 1, 2, 3… 10 será el mismo para los cuatro palos.
1: Nuevos comienzos, chispa y toma de decisiones
Los ases son especialmente fuertes, son la “esencia” de un palo y su presencia en una extensión resalta todo el poder de un palo. Por ejemplo, el As de Bastos podría ser la carta más masculina de todas, habla de acción, movimientos profesionales, grandes decisiones y peleas bien llevadas.
2: Asociación, colaboración, oposición y duplicidad
Los 2 conllevan una contradicción interna y solo deben leerse mientras se toman en consideración otras cartas. Siempre hay dos caras para una realidad. ¿Cuál está en juego aquí? Solo la imagen más grande de su diferencial puede determinar si su 2 es mayormente positivo o negativo.
3: Crecimiento, dinamismo, decisiones y cambio
Para bien o para mal, 3 siempre habla de una acción específica, que conducirá al crecimiento. Si esta acción es agradable o desgarradora no es el tema. Es inevitable.
4: Estabilidad y estructura
Un número que cubre descansos, estabilidad e incluso aburrimiento. El número en sí es mayormente positivo. El cuatro siempre representa excelencia y firmeza.
5: Conflicto, daños, lo desconocido y la lucha
El cinco es un número engañoso. Un número muy humano (en la tradición cristiana, que tiene una gran influencia en el Tarot. Irónicamente 5 es el número de la humanidad, 6 es el Diablo, 7 es Dios). 5 es todo imperfecto e inconcluso. Representa el lado difícil pero no del todo malo de las cosas. Habla de luchas y obstáculos. A pesar de que el número cinco se asocia con la oscuridad, siempre hay que recordar que existe un lado luminoso.
6: Rutina, precariedad y bloqueos
El 6 es tradicionalmente es el número del diablo. También simboliza la cantidad de bloqueos y situaciones difíciles a las que se enfrentan las personas. Este número suele ser más positivo cuando se dibuja al revés. Habla de una rutina, que no es necesariamente la mejor. A menudo un equilibrio, que solo es precario y sin cimientos sólidos.
7: Finalidad, conocimiento, comprensión y soluciones
Después del diablo, Dios. El 7 se considera en muchas culturas y tradiciones un número perfecto. Uno de plenitud y felicidad. No es un final (como 10) sino un objetivo alcanzado, una victoria (o una derrota, cuando se invierte).